En el año 2050 la Humanidad se vio sumida en el caos: repentinamente, los humanos se volvieron estériles. Cundió el pánico a nivel mundial en la Tierra, que pronto se vio sumida en una espiral de autodestrucción. Por fortuna, se halló la forma de evitar la extinción de la raza humana: la clonación. Sin embargo, los humanos se vieron forzados a emigrar a otro planeta. Las naves de evacuación pasaron varios años surcando el espacio, pero finalmente encontraron un planeta habitable: Senthum. Aún hoy, en el año 2240, el sistema de clonación sigue siendo el único método efectivo para preservar la raza, aunque tiene un inconveniente: ningún clon logra vivir más de los cuarenta y cinco años, sufriendo una prematura muerte natural.